Estos espacios se prestan para vender toda clase de artículos, películas, ropa, arepas, encendedores, cigarrillos, gaseosas y hasta accesorios para el hogar, el puente de la 100 de Bogotá colapsa en hora pico por dicha situación.
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El usuario que transita día a día no se salva y muchos menos las estructuras que llevan a las estaciones del sistema Transmilenio.
Se han convertido en mercados donde los peatones deben transitar en medio de carros de mercado, trapos en el piso y hasta estibas
En muchos casos, los puentes peatonales son diseñados únicamente con el propósito de facilitar el tránsito peatonal y garantizar la seguridad de los peatones al cruzar una vía con tráfico vehicular, cosa que en diferentes puntos pasa todo lo contrario.
Carlos pineda lleva 3 años desde que llego de Venezuela y vende accesorios en el puente de la 100, aseguran que no se marcharan del lugar.
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Se realizo un recorrido por los diferentes puentes de la ciudad donde la problemática se evidencia a simple vista), los vendedores ambulantes extienden costales para sus mercancías, que son de todo tipo.
La normatividad prohíbe rotundamente las ventas en plataformas y acceso, y por eso, todo aquello que no garantice la seguridad y sea un obstáculo para el transeúnte debe irse sin ningún tipo de condiciones.
Los transeúntes se quejan por la falta de movilidad en hora pico, mucho de ellos deciden pasar las vías del Transmilenio para evitar a los vendedores ambulantes y su congestión.
Podcast la voz de los puentes con: Angelica Mateus
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